¿Sufre de dolor en el talón? Si es así, no está solo. Desafortunadamente, muchas personas tratan de ignorar los primeros signos de dolor en el talón y siguen haciendo las actividades que lo causaron. Cuando usted continúa usando un talón dolorido, sólo empeorará y podría convertirse en una afección crónica que lleva a más problemas.
No debe doler ponerse de pie por la mañana o caminar durante todo el día. Si nota una sensación punzante y aguda en el talón a cada paso que da, es posible que esté sufriendo de espolones en el talón.
Los espolones del talón se desarrollan con el tiempo; no aparecen por arte de magia. La tensión repetitiva en los músculos y ligamentos del pie y del talón puede llevar a un espolón en el talón, una acumulación ósea de calcio en el talón que puede formarse y causar dolor.
Existen dos tipos de espolones en el talón: un espolón calcáneo inferior, que resulta de la tensión continua en la parte inferior del talón y crece entre el talón y el arco del pie; y un espolón calcáneo posterior, que es el resultado de un traumatismo repetido en la parte posterior del talón, donde se une el tendón de Aquiles.
El tipo de espolón calcáneo posterior del talón es a menudo visible para el ojo y se puede sentir fácilmente, pero el espolón calcáneo inferior es más difícil de diagnosticar, porque el dolor que causa se puede confundir con fascitis plantar.
Generalmente, se requiere una radiografía para determinar que un espolón en el talón es, de hecho, la causa del dolor que usted está experimentando.
¿QUÉ CAUSA LOS ESPOLONES DEL TALÓN?
Las causas comunes de los espolones del talón incluyen moretones en el talón, artritis, zapatos que no encajan bien, los efectos del exceso de peso, calzado con un soporte mínimo (por ejemplo, sandalias) y problemas de marcha que ejercen demasiada presión sobre el hueso del talón y los ligamentos y nervios circundantes.
El envejecimiento también puede ser un factor que contribuye, porque la fascia plantar se vuelve menos flexible y el acolchado del talón se vuelve más delgado. Los pies planos o los arcos altos también pueden provocar espolones en el talón, al igual que la diabetes o el trabajo que requiere que usted pase la mayor parte del día de pie.
ESPOLÓN DEL TALÓN VS FASCITIS PLANTAR
Los espolones del talón a menudo coexisten con casos de fascitis plantar. La fascia plantar son los tejidos fibrosos que van desde el talón hasta la base del pie y la inflamación de estos tejidos se llama fascitis plantar. Sin embargo, la fascitis plantar puede curarse, pero una vez que se desarrollan los espolones del talón, éstos permanecen en su lugar, aunque su impacto puede ser minimizado.
Los pacientes con espolones en el talón pueden experimentar un dolor agudo y punzante cuando se ponen de pie; el dolor generalmente disminuye y se convierte en un dolor sordo. Usted puede sentir que el calor se irradia desde el área y ver inflamación e hinchazón.
Caminar descalzo puede ser difícil debido a la sensibilidad en la parte inferior del talón. A menudo, el espolón del talón en sí no es la causa del dolor; el dolor proviene de la lesión subyacente.
TRATAMIENTO DE ESPOLONES EN EL TALÓN
Como se mencionó anteriormente, los espolones del talón pueden confundirse fácilmente con la fascitis plantar, por lo que su médico generalmente solicitará una radiografía antes de hacer un diagnóstico. Los espolones del talón no se disuelven ni desaparecen, pero usted puede mitigar el dolor y la incomodidad que generan.
Su médico puede sugerirle una o más posibilidades para aliviar el dolor del espolón. La más fácil es el uso de analgésicos. Poner hielo en el talón también ayudará a reducir cualquier hinchazón o inflamación.
La fisioterapia es otra opción útil. Su fisioterapeuta analizará su forma de andar y le prescribirá una serie de ejercicios que le ayudarán a corregir los desequilibrios que permitan el crecimiento de los espolones del talón. También pueden utilizar una combinación de terapia manual y ultrasonido para descomponer la calcificación. La acupuntura también se puede emplear para ayudar a reducir el dolor. Para reducir la tensión en los músculos y tendones de su pie, su fisioterapeuta puede utilizar técnicas de atadura o de vendaje en el área, indica el fisioterapeuta Miguel Peña.
Su médico o fisioterapeuta también puede prescribirle órtesis personalizadas, plantillas que se colocan en sus zapatos para ayudarle a corregir su forma de andar y sugerirle que use zapatos deportivos acolchonados para aliviar el dolor.ortóticos personalizados a menudo tienen un buen corte en ellos para proporcionar una amortiguación adicional a la zona afectada para reducir el impacto de caminar o estar activo en el talón.
La mayoría de las personas que sufren de espolones en el talón se recuperan del dolor y de las molestias con tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, si la molestia persiste después de nueve a 12 meses, puede ser necesaria la cirugía.
Recuerde: un espolón en el talón es una condición crónica, así que depende de usted manejarlo. Siguiendo las recomendaciones de su médico y haciendo los ejercicios prescritos por su clínica de fisioterapia, eventualmente podrá olvidar que existen.