¿Qué es la rinoplastia?

La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico que puede ayudar a mejorar la forma y el tamaño de la nariz. Cuando es realizado por el cirujano plástico correctamente acreditado, puede ser un procedimiento seguro y altamente satisfactorio. Por supuesto, también debe realizarse en la persona adecuada por las razones correctas.

Puede ayudar a corregir las deformidades o irregularidades de los traumas o de aquellos con los que nacimos. También se puede combinar con un procedimiento para ayudar con los problemas respiratorios y los ronquidos conocido como septorinoplastia.

La rinoplastia se puede realizar bajo anestesia local con sedación o anestesia general. La anestesia general para esta cirugía suele ser más cómoda tanto para el paciente como para el cirujano, ya que puede ayudar a reducir las principales complicaciones intraoperatorias.

Beneficios de la rinoplastia

Aparte de la septorinoplastia anteriormente mencionada, que puede ayudar con problemas respiratorios, este procedimiento puede ayudar con defectos que involucran todas las estructuras de la nariz, incluyendo el hueso, cartílago, forma y tamaño de la punta, joroba dorsal nasal, forma y tamaño de la fosa nasal, ángulos y proporciones.

Tipos de rinoplastia

Rinoplastia cerrada

Todas las incisiones se realizan en la mucosa nasal (la piel dentro de la nariz) de manera que no se ven cicatrices externas visibles.

Rinoplastia abierta

Este método consiste en una incisión interna y una pequeña incisión externa que suele cicatrizar sin cicatrices visibles. Esta técnica ayuda al cirujano plástico a visualizar el hueso nasal y el cartílago más que la rinoplastia cerrada y puede ser más adecuada para cirugías que requieren más «trabajo» o que necesitan un mayor nivel de realce.

Rinoplastia no quirúrgica

Esta técnica de cirugía plástica utiliza la inyección de rellenos dérmicos para aumentar la nariz creando así cambios sutiles o dramáticos. Mediante el uso de estos inyectables no permanentes en el consultorio, el cirujano puede ayudar al paciente a crear contornos de relleno, camuflar irregularidades de la piel, rellenar áreas bajas, disminuir las jorobas visualmente, definir y mejorar la punta, y dar a la nariz un aspecto general «acabado». Generalmente, los rellenos dérmicos duran de 6 a 9 meses.

Este procedimiento es mucho más barato a corto plazo y puede ayudar al paciente a «ver de antemano» su nariz antes de que se comprometa a una rinoplastia quirúrgica más permanente. La ventaja es que puede ser tan rápido como 5 minutos en la oficina sin necesidad de anestesia. El tiempo de recuperación es mínimo. Debido a que la rinoplastia no quirúrgica implica el uso de rellenos dérmicos para alterar la forma, no se recomienda para narices muy grandes o muy asimétricas.