La liposucción es una técnica quirúrgica, que consiste en eliminar los depósitos de grasa que afean determinadas áreas del cuerpo. Se puede realizar en cara y cuello, brazos, tronco, abdomen, nalgas, caderas y muslos, rodillas, pantorrillas y tobillos.
La liposucción no es un sustituto de la reducción de peso, sino un método para eliminar grasas localizadas que no responden a la dieta o el ejercicio.
Para obtener mayores resultados es mejor tener un peso relativamente normal ya que, una piel firme y elástica lleva a un mejor contorno final después de la liposucción. Por el contrario, la piel colgante no se adapta igualmente al nuevo contorno. En estas ocasiones puede que haya que recurrir a otras técnicas quirúrgicas para eliminar el exceso de piel.
Puede ser realizada como procedimiento inicial para mejorar el contorno corporal y, en combinación con otras técnicas, como el “lifting” facial o de muslos, para tensar la piel relajada.
Es un tratamiento que requiere anestesia y ésta depende del numero y extensión de las zonas a tratar.
El postoperatorio es satisfactorio ya que la liposucción es una cirugía con escasos riesgos. La complicación más frecuente es la aparición de pequeñas irregularidades en la piel que desaparecen con masajes.
Los resultados no son inmediatos. Después de la intervención se produce un edema hay que tratar con prendas compresivas, muchos masajes y ejercicio. El nuevo contorno se aprecia en los primeros 2-3 meses.
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