Lo primero que debe hacer una persona que piense someterse a una operación de rinoplastia es obtener una buena y extensa información sobre diferentes puntos importantes a tener en cuenta. Puede conocer cómo se realiza la operación, los resultados que se obtendrán y otros detalles añadidos.
De todas formas, probablemente nunca consiga tener respuestas para todo lo que le preocupa antes de tomar una determinación. Por ello, es aconsejable acudir a un cirujano plástico, quien tendrá en cuenta una serie de factores personales que contribuirán a que todo se realice con éxito.
Algo que nunca se debe buscar es una perfección absoluta de su apariencia tras la operación, ni siquiera esperar parecernos a otra persona. Debemos ser realistas y saber desde el primer momento que la rinoplastia ayudará a mejorar la autoestima y la confianza en nosotros mismos, y sobre todo hará más agradable nuestra apariencia, incluso para los demás, pero no podemos esperar un giro total en nuestra vida una vez realizada la operación ni que la gente nos trate de forma diferente.
Otro factor importante es la edad. La mayor parte de los cirujanos intentan no realizar una rinoplastia hasta que no se haya dado un desarrollo conveniente y aceptable en los niños. Para las niñas suele ser hasta que no han alcanzado los 14 o 15 años y para los niños debemos esperar un poco más tiempo. La etapa adolescente también obliga a tener en cuenta factores sociales y emocionales que pueden ser muy importantes a veces.
Es muy importante que consultes con varios expertos en cirugía estética antes de someterte a una operación de cirugía plástica.